lunes, 29 de abril de 2013

#Charangas2013



Aún reponiéndonos de los devastadores efectos de un día intenso como pocos, desde el Makoki queremos hacer un breve balance del evento de las Charangas. Desde el Makoki siempre hemos querido apoyar toda iniciativa novedosa que de vidilla a las calles de El Burgo de Osma, por lo que en esta ocasión no iba a ser diferente.

Al Makoki se le asignó acompaár y guiar a la Charanga Insomnio, de Móstoles (Madrid), un grupo de músicos que sin lugar a duda no defraudaron. Tras reunirnos  en el Albergue a las 9 de la mañana de un día que pintaba peligroso, con copos de nieve incluidos,  cada peña conoció a su charanga, y juntos entramos en calor a base de moscatel, anís y rosquillos. Tras un pasacalles llegó el almuerzo en el polivalente, donde ya más tranquilamente nos fuimos conociendo todos. Más tarde, ya en la Plaza Mayor, tuvo lugar uno de los actos cumbres de la concentración, y es que tras las palabras de las autoridades, todas las charangas tocaron varias piezas conjuntamente, para más tarde poder comenzar cada una con su itinerario por los bares de la villa.

A nosotros nos tocó uno de los destinos más exóticos, una agradable visita a Osma, a la que se sumó mucha gente ajena a la peña Makoki (la juventud de Osma y amigos y conocidos del Makoki), intentando dar vidilla a lo largo de toda la Calle Real. Tras el trasbordo en autobús llegó el momento de la comida en los salones del Virrey Palafox, dónde todos juntos, pero no revueltos, pudimos comer en abundancia paella, macarrones, migas pollo y caldereta, con su respectivo postre y café.

Con la tripa aún llena nos dirigimos de nuevo al centro polivalente, donde entre una multitud de gente las diferentes charangas subieron al escenario mostrando lo mejor de cada uno de sus repertorios.  Más tarde, tocaba de nuevo recorrer los bares burgenses, esta vez, los del “centro neurálgico” del Burgo. Música y cachondeo, cachondeo y música, regado con cervezas y porrones. Tras la cena los instrumentos se aparcaron y solo los más resistentes quedaron en disposición de acabar con el bailódromo en el centro polivante.

En definitiva, un día para no olvidar, que dio vida al pueblo “un finde cualquiera de Abril”, y que sin duda habrá que repetir. Además, desde el Makoki queremos reafirmar nuestro total apoyo y disposición a este tipo de actividades, y nos alegramos que gente, de forma desinteresada haya sido capaz de coordinar y financiar este evento, y como la unión de todos los estamentos, peñas y comerciantes  puede dar muy buenos resultados.



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