domingo, 27 de octubre de 2013

69 días después...

Han pasado 69 días desde que El Burgo cantó su "Pobre de mí" y pasado todo este tiempo, con la cabeza mucho más fría que entonces quizás es el momento de hacer un pequeño balance de lo que para nosotros significaron las Fiestas del 2013... Unas fiestas que ya por marzo anunciamos que serían especiales porque nos habíamos propuesto dar un paso adelante después de 10 años como garito. Queríamos conocer a que sabe eso de ser Peña... Ahora podemos decir que es plato de buen gusto. No ocultaremos que no todo fue de color de rosas hasta llegar al 14 de agosto. Las dudas que te surgen antes de emprender el camino de convertirte en peña giran especialmente en torno al número de gente que puedes juntar... hasta que sabes que llegas al número de personas que nos habíamos marcado como objetivo todo son dudas, meter la paliza a gente con la que contamos para nuestro proyecto y sobornarles con algún cubata en nuestro garito un viernes o sábado de desenfreno. Después todo va rodado y ya sólo esperas que la gente que ha dejado otras peñas para formar parte de una nueva al final de fiestas te diga que les ha encantado la experiencia y que repetirían...

Nunca engañamos a nadie, nuestra idea era hacer lo que ya hacíamos como Garito Makoki pero a lo grande y en sitios diferentes. En un sitio en especial nos hicimos fuertes, sí, estamos hablando de la Plaza del Rastro. En este centro del imaginario burgense del 14 al 19 de agosto comimos, bebimos, bailamos y nos hermanamos con los Rayos. Decir comimos, se queda corto para los festines que nos metimos durante los días de fiestas. No se trata de exagerar ni de dar envidia, podemos reconocer que la suerte se alió con nosotros pero nadie nos quita que el Makoki se vistiera de Sociedad Gastronómica por unas horas. Además de grupo de animación con nuestro carro con música incorporado... La gente que pasó por el Rastro sabe de que hablamos música para todos los (dis)gustos con especial mención a dos canciones a las antípodas la una de la otra pero unidas por una causa común: la fiesta. Buena metáfora de lo que es la Peña Makoki: gente de diferentes edades, procedencias y gustos unidos por un interés común: disfrutar.


Las dos canciones en cuestión no eran otras que "La Zarzamora" de Lola Flores y "Welcome to the jungle, bitch". Esta última además dio lugar a un par de momentos de locura colectiva. El primero a mencionar coincide con nuestro acto estrella de Fiestas la Calzoncillada, que vino para quedarse. Al son de ese temazo en repeat se desfiló en calzoncillos primero hasta los locales de las peñas y después por la calle Mayor hasta la feria... No a todo el mundo le gustó, como no gusta la Coca-Cola Zero, pero en el fondo somos así, que le vamos a hacer... El otro momento que deparó la canción fue durante la barrilada con los Rayos, un artista invitado vestido de negro (era un Ninja? Tony Manero reencarnado en Batman?) nos transportó a Monegros y convirtió un humilde contenedor en el podio de Privilege desafiando la Ley de la Gravedad. Mítico

En definitiva y invitandoos a que leáis próximas entradas sobre las pasadas fiestas que publicaremos nos gustaría destacar que una vez visto en perspectiva podemos decir que dos de los grandes objetivos que nos hemos marcado cuando nos embarcamos en esta locura se han cumplido: disfrutar como siempre y que los nuevos se integraran y salieran satisfechos de su experiencia... Y vamos si lo han hecho, si acapararon todas las Kamakukas!





lunes, 21 de octubre de 2013

Capea en Riaza


Muy agradable la jornada del pasado Sábado en la capea celebrada en la finca de Aldíñigo en Riaza (Segovia) gentileza de la empresaria taurina y amiga del Makoki, Purita Linares. 


El día comenzó temprano, con el traslado en autobús de una treintena de peñistas burgenses, entre los que se encontraban varios de nuestros makokis. El viaje hasta la finca, en buena compañía, duró lo suficiente para recordar pasadas aventuras taurinas y compartir impresiones sobre lo que esperaba en el tentadero segoviano



Tras un gran recibimiento con embutidos regados con cuantiosa bebida, nos dirigimos a la arena a ver que deparaba la mañana. La primera vaquilla, muy noble, cundió largo rato para los recortes de los especialistas y los capotazos de los hermanos Rupérez, especialmente del menor, que a lo largo del día se marcó un maratón de varias horas sobre el ruedo.  Tras la segunda vaquilla, cuya velocidad y empuje no invitó al respetable a bajar a la arena a participar, retornó la primera vaca, con la que los Makokis se animaron a probar suerte. 



El primero en saltar fue Héctor, cuyo empaque y valentía, fuera de toda duda, le hicieron arriesgar junto a las tablas, y acabó demostrando que como forcado no tendría precio, tras remolcar a la vaquilla por la cornamenta antes de que ésta le embistiera.


Minutos después Adrián Otero se animó a debutar en la suerte del capote, con un inicio un tanto dubitativo que terminó con el mediático makoki por los suelos. A pesar de este inicio accidentado, Adrián no se dio por vencido, y continuó con empeño y valentía su faena, con un par de pases de mérito.

Ante la insistencia y presión popular, Antonio saltó a la arena dispuesto a dar un par de pases sin mancharse ni revolcarse, objetivo que cumplió antes de ceder el capote al resto de Makokis presentes, que a pesar de la invitación, no se animaron participar.
Ya por la tarde, tras una agradable comida y distendida sobremesa, las féminas presentes tomaron un papel protagonista, con los paseos a caballo, y actividades con gallinas y pavos. Pero eso era el calentamiento ya que, tras una espectacular “caza” del cabrito, y con la apareción por la puerta de chiqueros un ternero bien bravo, fueron numerosos los pases femeninos al alimón que pudieron verse.

En definitiva, una gran jornada en compañía de muchos y muchas peñistas burgenses de todas la edades que los miembros del makoki queremos agradecer a Purita, hija y colaboradores.