Quedan 112 días para fiestas, parece un mundo pero con el verano de por medio no es nada y menos después de un largo invierno. Esos 112 días estarán plagados de trabajo para nosotros, que como ya sabréis este año nos estrenamos como Peña (a prueba). Sabemos la responsabilidad que significa lo de ser peña y sabemos también que estas fiestas para nosotros serán bastante diferentes a las del resto de años, ya que no cada año fundas una peña.
Avisamos desde ya, nuestra gran misión y nuestro gran objetivo será no perder nuestra esencia, quien haya vivido unas fiestas en el Makoki sabe de que hablamos y algunos elegidos (quizás muchos ni tan siquiera lo sabéis) lo vivirán este año. Nuestra esencia ha consistido hasta el momento a plantearnos las Fiestas como una semana de convivencia con nuestra gente. Con ellos amanecemos, comemos y mientras hacemos la comida (algunas veces no sale mejor que otras pero no importa salvo par el escarnio durante el año) nos explicamos unos a otros las batallitas de unas noches memorables. Café en el templo auxiliar y hacia los toros donde siempre entramos tarde y con nuestro carro (quizás este año ya se ha quedado pequeño pequeño) repleto. En los toros pues unos a generar vínculos con los abuelos de sombra, otros con las chicas que se sientan al lado y todos a vaciar ese carro que más de un día lleva ricos cocktails y que la mayoría se queda sin hielos al 4º toro (siempre nos quedarán los Trompatas)... Bajando de los toros y tras quedarnos claro cuanto cuesta disecar a un componente del Makoki, al Rastro. Desde hace un par de años, el Rastro ha vuelto a cobrar vida, pero hemos pasado unos cuantos años solos o con 2 o 3 peñas más... Por suerte eso ya ha cambiado. Cenar a las 00 horas y empezar a cubatear todo en uno... Y a esperar en que surja la chispa al grito de "Fiesta de la Camiseta" o "Sin camiseta se baila mejor" (absteneros los no exibicionistas...).
Eso es un día en rojo y negro... bueno eso y el Barathon del día 14 (que algunas veces acaba con gambas sin gabardina), la tortillada típica (donde la Eros y Jony presentan las novedades para la temporada siguiente), el Pregón que nadie quiere hacer pero en el que todo el mundo se crece, las Makokadas que este año se recuperaron tras un intento fallido de Bingo, las chocolatadas matutinas que se hacen, pero casi nunca cuando están programadas y nosabes como van a acabar, el propio Bingo que nunca nos llevamos nosotros o también el club privado que montamos en la verbena... A todo esto no pensamos renunciar y pensamos sumar momentos con nuestra futura "Charanga del Infierno", no pensamos olvidar todo aquello que hemos compartido con otros garitos del Burgo, ni nuestras Olimpiadas (que cuestan sangre, sudor y a veces lágrimas), tampoco los calabacines del Guerre que acaban en el coche del Otero... Tampoco la cuesta pese a que seguramente estemos lejos de ella, ni las zarzas radioactivas a las que buscaremos sustitutas allá donde nos lleve San Roque. No olvidaremos aquel día de hará 11 años, donde unos chavales decidieron poner a 3 paredes y una puerta el nombre de Makoki, hacer comidas y cenas cada día de fiestas y vestir unos chalecos rojos y negros... Chalecos que muchos aun llevan, como una especie de pacto con el pasado. Pasado que fué bueno y que esperamos que nos ayude a construir un presente y futuro como Peña que como mínimo sea tan bueno y porqué no, mejor.
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