martes, 19 de marzo de 2013

Pongamos que hablo de la 2000...

Toda religión de masas que se precie tiene varios lugares santos, es ley de vida, hay que justificar la nómina de un montón de mártires, santos, gente que pasaba por allí, reliquias... El Makoki, no tiene dioses pero también dispone de más de un lugar sagrado. El primer templo y centro número 1 makokiano es sin lugar a dudas el Garito, la Cochera o como le queráis llamar. Entre la bajada de la Cuesta y la pared en la que pone JOAO y otras paridas del estilo, podríamos decir que es nuestro territorio, incluída las vallas oxidades y las plantas transgénicas que hablan y bailan por la noche (dependiendo de tú estado de ingesta etílica). Esa es nuestra Ciudad del Vaticano, nuestra Meca (el tranchete del centro del techo haría las veces de Kaba)... Pero si existe otro lugar sagrado para el Makoki ese está situado en la Plaza Mayor y se llama 2000.

La 2000 sería nuestro equivalente a Lourdes, puesto que aquí también se obran milagros. Si no existiera sin duda esto no sería lo que es, grandes momentos de nuestras vidas y de nuestra historia en rojo y negro han sucedido entre esas paredes de madera y esa barra. La mayoría momentos de desenfreno y locura, pero también momentos serios y oficiales...

La 2000 es el lugar donde celebramos nuestro V Aniversario, donde hicimos el Pregón del X, donde discutimos por el fútbol y donde nos tomamos los cócteles guapos. También es el lugar de quedada internacional, en el Makoki no hace falta preguntar ni hora ni lugar, eso ya se sabe desde un principio (junto a los pañuelos, chalecos y fajines se da la clave), es el lugar donde tomamos el café antes de los toros (café o Brandy o lo que por ese momento pase por la cabeza de Juanjo). La 2000 es nuestro local en la Plaza Mayor, una especie de extensión del garito algo más grande y con televisiones que funcionan. Es territorio Makoki y este año lo fué más que nunca (y esperamos que por muchos años) con  casi toda la casa con nuestros pañuelos y camisetas. La 2000 es y será Makoki y la mesa del fondo es testigo de ello. Como lo son todos y cada uno de los camareros que han pasado por allí algunos de los cuales aun forman parte del imaginario makokiano.


Pongamos que hablamos nuestro segundo hogar... Pongamos que hablamos de la 2000.

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