domingo, 13 de enero de 2013

Historia PreMakoki (año III a.M.)



Corría el año 2000, y en la plaza del Rastro del Burgo de Osma, encontramos un puñado de supervivientes a por el entonces tan temido efecto dos mil (que, circunstancias  de la vida, a algunos con el tiempo nos acabó atrapando, aunque ahora este tema no nos atañe). Yo contaba con trece años, estaba despertando a la vida burgense, al mañaneo, a tener la entidad suficiente a ojos de mi padre para poder ir a pagar los torreznos que yo cada mañana combinaba con un mosto o una Coca-Cola. El Machote todavía era el Machote, y mis amigos de la Serna, en especial un tal Jaume y su inseparable bici amarilla me habían convencido para apuntarme en la Peña el Contraste, que aquel año acabó por convirtiéndose en la peña de moda. 


Un carro de la peña cargado de bebidas fue la excusa aquella mañana para decir a mis padres que me marchaba con mis amigos hasta la hora de comer. Aún recuerdo lo mal que me supo aquella cerveza de marca blanca que me paso uno de mis amigos. La verdad, que ya alguna vez había probado algún que otro sorbo, pero en aquel momento me costó entender que veía la gente en aquellas latas de cerveza, al solarro, pero quizá por ser un recuerdo tan nítido, constituye para mí el inicio de “mi makoki”. Significaba dejar atrás los “experimentos“ e I+D en electrodomésticos obsoletos en la caseta que cada verano remodelábamos en La Serna, los campos de concentración de lagartijas que a más de uno buenas pesadillas debería haber traido, las excursiones en bici hasta Sotos del Burgo para que nos dieran plantón o los partidos de futbol en medio de la carretera cuyo final marcaba Medico de Familia para el equipo de La Serna Occidental.  Por aquel entonces nuestro radio de acción había dejado de limitarse a La Serna y yo empecé a conocer a los compañeros de clase de mis amigos, de los cuales tantas y tan intrépidas historias mitológicas escuché. 


Aquella cerveza sin tutela, que hubo que terminarla con limón dando lugar a mi primera clara, supuso el espermatozoide de la realidad que hoy es el Makoki. Como escribió Machado, el camino se hace al andar, y ese fue el primer paso de los muchos que han supuesto y, espero, supondrán, nuestro camino rojinegro.

 

5 comentarios:

  1. Cuyo final marcaba Médico de Familia... jajajaja. Muy buen texto! Yo alguna vez lo he pensado y es cierto, en cuestión de un año pasamos de no salir de la Serna (a mi me pasaba aunque era de la tribu contraria a la vuestra) a no entrar en la Serna... Como dices todo esto fué el principio de una de las mejores historias jamás contadas

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  2. Muerte al desertor de la bicicleta amarilla......!!!

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    1. Jajajajaja Qué eres amiguito de los de Madrid?

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    2. Emperador Austrohúngaro14 de enero de 2013, 12:35

      No Jaume, el amiguito eras tu, eso que no se te olvide.. (Lo mismo todos estos años has sido un topo)

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    3. Emperador Austrohúngaro, el conflicto de los Balcanes no esta resuelto todavía, quedamos el sabado y lo resolvemos, yo llevo el vodka y tu el medueleelcorazóndequerertetanto, y de paso me traes un abrigo de Praga... :)

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